MEY-LING BISOGNO PHYSICAL THEATRE: Peep Box 350º, los soldados de franela

MEY-LING BISOGNO PHYSICAL THEATRE: Peep Box 350º, los soldados de franela

Peep Box 350º, los soldados de franela se inspira en la “nueva resistencia”, esta juventud de países en conflicto (llamados el tercer mundo) que se unen para desafiar al poder establecido.

Sinopsis

Esta obra no intenta hacer apología a la violencia ni una declaración o posicionamiento político. Simplemente busca plasmar la poética que emana de estos jóvenes, que a pesar de constatar que el pasado no cuenta y el futuro no asoma, logran encontrar su energía en el caos.

Y solos, viviendo en un continuo presente, tejen y destejen alianzas, inician extrañas convivencias, se aventuran al vínculo, pero también a la rivalidad. Se protegen y se exponen. Buscan maneras de encontrarse, de relacionarse y de entenderse. Resisten y resistiendo reinventan un universo, dibujan cartografías vírgenes, mapas inexactos de su destino y el de los otros.

Hombres y mujeres que compondrán un circuito gigante, donde cada uno será una pieza primordial de este mecanismo, logrando así un desarrollo emocional, físico e interpretativo que transmita la contradicción y el deseo que habitan en un mismo cuerpo, entre diferentes personas y en una única obra.

El siglo XX fue una fábrica incesante de imágenes y escenarios acerca del mañana. Algo ha sucedido para que en el siglo XXI la visualización colectiva del porvenir haya cambiado y que sintamos nostalgia por un futuro que nunca llegó y al mismo tiempo, incapacidad para forjar visiones inéditas. En palabras del teórico del diseño John Thackara, “El futuro es un paradigma que se ha quedado anticuado”.

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Sinopsis

Esta obra no intenta hacer apología a la violencia ni una declaración o posicionamiento político. Simplemente busca plasmar la poética que emana de estos jóvenes, que a pesar de constatar que el pasado no cuenta y el futuro no asoma, logran encontrar su energía en el caos.

Y solos, viviendo en un continuo presente, tejen y destejen alianzas, inician extrañas convivencias, se aventuran al vínculo, pero también a la rivalidad. Se protegen y se exponen. Buscan maneras de encontrarse, de relacionarse y de entenderse. Resisten y resistiendo reinventan un universo, dibujan cartografías vírgenes, mapas inexactos de su destino y el de los otros.

Hombres y mujeres que compondrán un circuito gigante, donde cada uno será una pieza primordial de este mecanismo, logrando así un desarrollo emocional, físico e interpretativo que transmita la contradicción y el deseo que habitan en un mismo cuerpo, entre diferentes personas y en una única obra.

El siglo XX fue una fábrica incesante de imágenes y escenarios acerca del mañana. Algo ha sucedido para que en el siglo XXI la visualización colectiva del porvenir haya cambiado y que sintamos nostalgia por un futuro que nunca llegó y al mismo tiempo, incapacidad para forjar visiones inéditas. En palabras del teórico del diseño John Thackara, “El futuro es un paradigma que se ha quedado anticuado”.

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