Moving in Concert imagina un  universo en el que los humanos, la tecnología y la materia natural convive creando un conjunto abstracto de movimiento. Inspirándose en cómo los cuerpos se ven afectados sensorialmente por vivir en un mundo digitalizado, esta representación explora una poética de la plasticidad, la abstracción y la imaginación.

Sinopsis

«La plasticidad, en el sentido amplio del término, implica la posesión de una estructura lo suficientemente débil como para ceder ante una influencia externa, pero lo suficientemente fuerte como para no ceder por completo inmediatamente. La materia orgánica, y especialmente el tejido nervioso, parece dotado de un grado extraordinario de plasticidad de este tipo…». (William James)

Mette Ingvartsen, junto con nueve bailarines, investiga cómo los humanos, los objetos técnicos y la materia orgánica pueden interactuar para crear una nueva concepción de la forma abstracta. ¿Cómo podemos entender la tecnología como algo que se mantiene activo en nuestros cuerpos, incluso después de apagar todos los dispositivos electrónicos? ¿Cómo afecta a la plasticidad de nuestro cerebro estar habitado por tecnologías recientes y futuras? O, ¿cómo pueden los cuerpos organizarse y estructurar su colectividad de forma plástica?

En esta representación, se utilizan reflexiones luminosas para generar una experiencia líquida del espacio y la forma modulando elásticamente la luz y la sombra. A medida que los bailarines transportan fuentes de luz y color a través del espacio, surgen impresiones visuales alucinatorias. El público está invitado a participar en un paisaje fascinante generado por movimiento abstracto, esculturas de luz e intensas sensaciones de color. En lugar de dibujar y reglar  la forma, la coreografía de Moving in Concert es un  proceso por el cual las formas y las pautas surgen para modular la experiencia del espacio, el cuerpo y los objetos.

Duración:
Edad:
A partir de 16 años
Sinopsis

«La plasticidad, en el sentido amplio del término, implica la posesión de una estructura lo suficientemente débil como para ceder ante una influencia externa, pero lo suficientemente fuerte como para no ceder por completo inmediatamente. La materia orgánica, y especialmente el tejido nervioso, parece dotado de un grado extraordinario de plasticidad de este tipo…». (William James)

Mette Ingvartsen, junto con nueve bailarines, investiga cómo los humanos, los objetos técnicos y la materia orgánica pueden interactuar para crear una nueva concepción de la forma abstracta. ¿Cómo podemos entender la tecnología como algo que se mantiene activo en nuestros cuerpos, incluso después de apagar todos los dispositivos electrónicos? ¿Cómo afecta a la plasticidad de nuestro cerebro estar habitado por tecnologías recientes y futuras? O, ¿cómo pueden los cuerpos organizarse y estructurar su colectividad de forma plástica?

En esta representación, se utilizan reflexiones luminosas para generar una experiencia líquida del espacio y la forma modulando elásticamente la luz y la sombra. A medida que los bailarines transportan fuentes de luz y color a través del espacio, surgen impresiones visuales alucinatorias. El público está invitado a participar en un paisaje fascinante generado por movimiento abstracto, esculturas de luz e intensas sensaciones de color. En lugar de dibujar y reglar  la forma, la coreografía de Moving in Concert es un  proceso por el cual las formas y las pautas surgen para modular la experiencia del espacio, el cuerpo y los objetos.

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