Los guanches de Tenerife

Los guanches de Tenerife

Los guanches de Tenerife es una comedia de Lope de Vega sobre el hallazgo de la imagen de la Virgen de la Candelaria en las playas de Güímar, su traslado a mediados del siglo XV y los intentos de conquista militar por parte del adelantado Alonso de Lugo.

Sinopsis

Conquistadores castellanos, al mando del general don Alonso de Lugo, vuelven a Tenerife con ánimo de conquistarla para la corona. El capitán Castillo sale a explorar la isla y allí encuentra a la hija del Mencey Bencomo, la princesa Dácil. Surge el amor, pese a pertenecer a pueblos enemigos, y el alma del valiente soldado queda prendida del cuerpo de la princesa haciendo imposible el olvido.

Llega la batalla y los castellanos son derrotados en la terrible matanza de Acentejo. Castillo queda herido en la isla, cuidado y protegido por Dácil a quien se promete y jura su amor y lealtad ante una peña. Mientras, unos pastores descubran en una cueva a una extraña mujer con un niño en brazos y una candela en su mano. Extraños sucesos se producen. Tiempo después, regresan los españoles y esta vez vencen a los guanches, reencontrándose Castillo y sus compañeros conquistadores. El rey Bencomo se rinde ante don Alonso. Castillo, ya entre los triunfadores, ha olvidado su promesa de matrimonio con la princesa, quien se la reclama.

Entonces, aparece la imagen de la Virgen de la Candelaria (escondida en la cueva) y se obra el doble milagro: vence el amor y los dos pueblos se funden en uno solo sin esclavos ni conquistadores.

Sinopsis

Conquistadores castellanos, al mando del general don Alonso de Lugo, vuelven a Tenerife con ánimo de conquistarla para la corona. El capitán Castillo sale a explorar la isla y allí encuentra a la hija del Mencey Bencomo, la princesa Dácil. Surge el amor, pese a pertenecer a pueblos enemigos, y el alma del valiente soldado queda prendida del cuerpo de la princesa haciendo imposible el olvido.

Llega la batalla y los castellanos son derrotados en la terrible matanza de Acentejo. Castillo queda herido en la isla, cuidado y protegido por Dácil a quien se promete y jura su amor y lealtad ante una peña. Mientras, unos pastores descubran en una cueva a una extraña mujer con un niño en brazos y una candela en su mano. Extraños sucesos se producen. Tiempo después, regresan los españoles y esta vez vencen a los guanches, reencontrándose Castillo y sus compañeros conquistadores. El rey Bencomo se rinde ante don Alonso. Castillo, ya entre los triunfadores, ha olvidado su promesa de matrimonio con la princesa, quien se la reclama.

Entonces, aparece la imagen de la Virgen de la Candelaria (escondida en la cueva) y se obra el doble milagro: vence el amor y los dos pueblos se funden en uno solo sin esclavos ni conquistadores.

Ficha artística
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