Se cumplen cien años del estreno de El maleficio de la mariposa, debut de Federico García Lorca sobre las tablas y un escándalo que solo salvó La Argentinita, la mariposa blanca, luciendo su baile, efímera muerte del cisne, imagen que se pierde en el abrir y cerrar de las alas de una mariposa. En muchos sentidos, ese aleteo prodigioso de la mariposa, emblema de la imagen que desapareciendo aparece, según ha escrito Georges Didi-Huberman, eso que los modernos llaman performatividad y que siempre fue baile y danza, esa cualidad del poeta de hacer verbo del sustantivo. En fin, andar, bailar, vivir.