De la maternidad y sus órbitas

La madre

La madre
01/04/2024

Según la RAE, una madre es «una mujer en relación con sus hijos». Y ¿qué ocurre cuando esa relación se altera? ¿Y cuando se distancia? La obra de Zeller pone en tela de juicio un rol de la mujer cuyo centro de gravedad se define por la órbita de sus hijos. La tensión, que va en aumento, se define con escenas condicionadas a la perspectiva de esta madre.

Aitana Sánchez-Gijón pilota este viaje emocional con bravura. Y es que hay que ser muy valiente para transitar todas las emociones a las que Zeller expone a este papel: miedo, decepción, amor incondicional, amor condicionado caducado, esperanza, confusión, ira, tristeza y un largo etcétera.

En torno a ella, rotan y se trasladan los planetas de su universo. Juan Carlos Vellido, interpreta a un marido sobre todo y a un padre a ratos pero en ambos entornos se desenvuelve con soltura y con verdad. Álex Villazán, nos muestra a ese hijo confuso, perdido, pendiente de madurar pero con ganas de independizarse para contribuir a ello. Su personaje refleja también las consecuencias de una dependencia forzada, del desgaste que supone, de la culpa y hastío que arrastra. Julia Roch interpreta a varios personajes donde se demuestra esa juventud e ilusión que confronta radicalmente con los anclajes que vamos apuntalando con la edad y de los que a veces es difícil desprenderse.

Juan Carlos Fisher encuadra esta Vía Láctea en un lienzo en blanco con un quebranto remarcado que actúa como un agujero negro. Se palpa la dirección de actores que es donde se centra y evita despistes de esa carga emocional que te deja temblando como espectador.

Esta obra invita a reflexionar inevitablemente y como una campana repica la importancia de tener un centro de gravedad bien ajustado para evitar desequilibrios.

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