Un verano por metro cuadrado, en códigos de sátira y comedia se revive esta emocionante historia de poder popular para declamar la fuerza de una promesa común. Quien hace una promesa sabe que no todo es posible, pero no todo está acabado. Preguntar hoy por la fuerza de la promesa es preguntar: ¿quién puede crear el tiempo común y organizarlo para nosotros?