Dentro de un teatro se lo pasa bien siempre, pero le pirran especialmente las comedias de costumbres con enredos y más si rompen las convenciones a través de un juego interpretativo.
Su personaje favorito es Dorina, la fiel criada de la casa de Orgón en el Tartufo de Moliere. ¿Por qué? Porque es alegre, simpática, valiente, y durante toda la obra actúa como la portavoz del sentido común. Todo lo que le gustaría ser a esta periodista enredada en los medios y los movimientos sociales.