El coreógrafo y bailarín Andrés Corchero presenta Absències, obra galardonada con el Premio de la Crítica al mejor Solo de Danza 2020. La pieza forma parte del ciclo ‘La Família’, en el que investiga el significado de este concepto desde múltiples perspectivas.
Así, se incide en la huella que genera en la constitución de cada persona las características del núcleo en el que crezca y desarrolle su actividad y las construcciones que rodean la propia estructura familiar desde una visión intimista y personal.
La obra se compone de dos solos cuyas coreografías están inspiradas por la danza butoh (danza contemporánea japonesa).
Sinopsis
Absències se divide en dos piezas de danza: Padre y Camí de silenci. El paso del tiempo, la muerte, la figura del PADRE y las ganas de vivir son lo que unen ambas coreografías. «Éstas nacieron en 2019, cuando alcancé la edad que tenía mi padre cuando falleció».
Padre, la primera pieza, trata sobre el temprano abandono de mi padre, en un momento en el que aún podía disfrutar de muchas etapas de la vida. Con ello, abrió en mí una brecha, un vacío generacional que aún sigue presente. En base a la investigación de materiales textuales y corporales se estudia la figura del padre, del hijo y del abuelo, explorando la trascendencia de que los roles generacionales se construyan desde la ausencia o la presencia.
Camí de silenci, por su parte, se creó en 1995, años después de la muerte de mi padre, y se presenta del mismo modo que fue concebida entonces.
Castellano
todos los públicos
Absències se divide en dos piezas de danza: Padre y Camí de silenci. El paso del tiempo, la muerte, la figura del PADRE y las ganas de vivir son lo que unen ambas coreografías. «Éstas nacieron en 2019, cuando alcancé la edad que tenía mi padre cuando falleció».
Padre, la primera pieza, trata sobre el temprano abandono de mi padre, en un momento en el que aún podía disfrutar de muchas etapas de la vida. Con ello, abrió en mí una brecha, un vacío generacional que aún sigue presente. En base a la investigación de materiales textuales y corporales se estudia la figura del padre, del hijo y del abuelo, explorando la trascendencia de que los roles generacionales se construyan desde la ausencia o la presencia.
Camí de silenci, por su parte, se creó en 1995, años después de la muerte de mi padre, y se presenta del mismo modo que fue concebida entonces.
- Escenografía:
Andrés Corchero - Iluminación:
Llorenç Parra - Vestuario:
Caterina Pérez - Coreografía:
Andrés Corchero - Fotografía:
Pep Daudé - Producción:
Andrés Corchero
L’Estruch
L’animal a l’esquena - Producción ejecutiva:
Fani Benages - Premios:
Premio de la Crítica al mejor Solo de Danza 2020