En Achterland, de Keersmaeker se abre por primera vez a la musicalidad de los cuerpos e incorpora lo masculino.
Sinopsis
Achterland (1990) se presenta como una obra bisagra y clave. Es la primera de la larga lista de coreografías de Anne Teresa de Keersmaeker, en la que aparecen bailarines masculinos. Están, eso sí, en un segundo plano, como si todavía no supiese exactamente cómo moverlos o qué hacer con ellos. La escena en la que uno de los chicos intenta llamar la atención de las cinco bailarinas sin que ellas le presten la más mínima atención, aparte de divertido, es un momento ilustrativo. En este sentido, Achterland es preeminentemente femenina con presencia masculina.
También fue la primera vez que Rosas bailaba con música en directo, una práctica que se convertiría en hábito. Keersmaeker se desprendía de la rigidez minimalista y comenzaba a explorar la relación entre música y danza, poniendo a un pianista y un violinista en escena para interpretar las obras de Ligeti e Ysaÿe, compositores que imponen las directrices de su coreografía.
Achterland (1990) se presenta como una obra bisagra y clave. Es la primera de la larga lista de coreografías de Anne Teresa de Keersmaeker, en la que aparecen bailarines masculinos. Están, eso sí, en un segundo plano, como si todavía no supiese exactamente cómo moverlos o qué hacer con ellos. La escena en la que uno de los chicos intenta llamar la atención de las cinco bailarinas sin que ellas le presten la más mínima atención, aparte de divertido, es un momento ilustrativo. En este sentido, Achterland es preeminentemente femenina con presencia masculina.
También fue la primera vez que Rosas bailaba con música en directo, una práctica que se convertiría en hábito. Keersmaeker se desprendía de la rigidez minimalista y comenzaba a explorar la relación entre música y danza, poniendo a un pianista y un violinista en escena para interpretar las obras de Ligeti e Ysaÿe, compositores que imponen las directrices de su coreografía.
- Dirección:
Jean Luc Ducourt - Músicos:
Wilhem Latchoumia
Joonas Ahonen (piano)
Juan María Braceras
Naaman Sluchin (violín) - Escenografía:
Herman Sorgeloos - Iluminación:
Jean Luc Ducourt - Vestuario:
Ann Weckx - Coreografía:
Anne Teresa De Keersmaeker - Música:
György Ligeti
Eugène Ysaÿe - Fotografía:
Anne Van Aerschot - Producción:
Rosas
De Munt / La Monnaie (Bruselas)
Kaaitheater (Bruselas)
Stichting Van Gogh 1990
Rotterdamse Schouwburg
Théâtre de la Ville Paris