Drumming (1998) es una de las coreografías más icónicas de Anne Teresa De Keersmaeker, escrita para la partitura de percusión homónima y minimalista de Steve Reich. La música comienza con un único motivo rítmico que se multiplica y desdobla en una rica cornucopia de texturas de percusión, instrumentos de viento madera, viento metal y voz.
Sinopsis
Reich hace uso de la técnica que ya utilizó en su composición anterior, Piano Phase: a través de pequeñas aceleraciones en el tempo, los músicos, de una forma prácticamente imperceptible, dislocan su unísono y dan lugar a una descarga interminable de cañones.
En la danza, la complejidad coreográfica se concibe de una forma similar: una misma expresión de movimiento sirve como base de una infinidad de variaciones en el tiempo y en el espacio.
Cuando la música cesa y los cuerpos se detienen, el público es consciente de lo que ha presenciado: una oleada de danza y sonido puros, un torbellino de energía vital.