Jugando tanto con la ausencia total de luz como con el exceso, Trust me tomorrow te sume en la ceguera más absoluta. Zambullirse en la oscuridad puede ser una suerte de invitación a reflexionar, imitar, desear.
Sinopsis
Atraídos por la necesidad de hacer visible el movimiento, el interior cristalino y brillante del ojo y la oscuridad del interior de la cámara aprenden de forma análoga.
Una composición etérea que te lleva desde una tranquilidad elegante e introspectiva hasta una turbación agitada y confusa; una secuencia de acontecimientos encerrados en una habitación en calma que propone un tiempo alternativo.
Trust me tomorrow se descubre como una experiencia sensorial y refractada que ocurre en el espacio intermedio entre el ahora y lo que recuerda la memoria. Indaga en la (im)posibilidad de entendernos con el otro genuinamente; habla sobre la conciencia de uno mismo, sobre el inconsciente y sobre las conciencias de los que nos rodean. Es la búsqueda de un camino, de una guía, de algo que nos oriente en la oscuridad en la que caminamos a tientas en este mundo que se mueve en círculos.