A pesar de haber sido etiquetada como obra feminista y por ello, haber sido duramente criticada, Casa de muñecas no es más que la visión de Ibsen sobre la alienación social del individuo.En esta obra, todos, hombres y mujeres, somos muñecas a merced de la sociedad.
Sinopsis
Casa de muñecas es uno de los textos teatrales que ha propiciado el mayor número de estudios críticos y cuyo personaje central, Nora Helmer, se ha convertido en un icono absoluto del teatro. Escrita en 1879 y estrenada en 1880, Casa de muñecas constituye un reclamo por la libertad femenina, aunque el clamor por ésta, es sólo una excusa para reclamar la libertad de todo individuo a tomar su vida en manos propias.
Las tópicas y recurrentes etiquetas de obra feminista, reducen toda la profundidad que encierra la obra, ya que fundamentalmente, Ibsen reflexiona sobre la alienación del individuo en la sociedad. Por tanto, cabría denominar muñecas tanto a Nora como a su marido Torvald, ya que este último, asumiendo su papel patriarcal, también es víctima de una sociedad dictatorial con los roles.
Ibsen nos habla de la necesidad de tomar conciencia y de actuar. Nora lo hace, en uno de los finales más hermosos jamás escritos en una pieza teatral. La corrupción, la alienación económica, la descomposición de las estructuras de organización tradicional como la familia, lo absurdo de la justicia y las diferencias de clase, dan consistencia y rigor a la obra del escritor noruego.