Claudio Monteverdi: Il ritorno d'Ulisse in Patria

Il ritorno d’Ulisse in Patria es dramma per musica en un prólogo y tres actos en versión de concierto con música de Claudio Monteverdi. Tras la estela de L’Orfeo la pasada temporada, y tras casi 15 años, vuelve junto a la orquesta I Gremelli  otro de los títulos clave de la producción de Monteverdi sobre la fragilidad humana, sujeta a poderes como la Fortuna, el Amor y el Tiempo. Con el canto como un recurso dramático, Monteverdi adapta las aventuras y desventuras de Ulises narradas por Homero en su Odisea.

Sinopsis

Ulises es el héroe cuyo destino consiste en batirse —con dioses hostiles, con monstruos hostiles, con hombres hostiles— y luchar contra poderes irracionales y sobrehumanos para restaurar algo tan básico como la unidad familiar o su propia identidad. Es también un mito complejo en cuanto no podemos separar su historia de muchas otras: la esperanza de su hijo Telémaco, la impaciencia de su nodriza Euriclea, la fidelidad de su porquerizo Eumete o —sobre todo— la indecisión de su esposa Pené– lope, sobre la cual se enrosca el nudo de la trama y de la cual depende, en definitiva, su desenlace.

Escrita cuando el compositor sobrepasaba los setenta años, su partitura es todo un compendio del arte monteverdiano en el que resuenan la persuasiva elocuencia de L’Orfeo, los belicosos efectos de Il combattimento di Tancredi e Clorinda y el lirismo de sus Scherzi musicali.

Incluye también el primer personaje netamente buffo —el «parásito» Iro— de la historia de la ópera, pero también es la primera en representar en términos musicales y en toda su humana complejidad los espinosos procesos psicológicos de sus protagonistas.

Sinopsis

Ulises es el héroe cuyo destino consiste en batirse —con dioses hostiles, con monstruos hostiles, con hombres hostiles— y luchar contra poderes irracionales y sobrehumanos para restaurar algo tan básico como la unidad familiar o su propia identidad. Es también un mito complejo en cuanto no podemos separar su historia de muchas otras: la esperanza de su hijo Telémaco, la impaciencia de su nodriza Euriclea, la fidelidad de su porquerizo Eumete o —sobre todo— la indecisión de su esposa Pené– lope, sobre la cual se enrosca el nudo de la trama y de la cual depende, en definitiva, su desenlace.

Escrita cuando el compositor sobrepasaba los setenta años, su partitura es todo un compendio del arte monteverdiano en el que resuenan la persuasiva elocuencia de L’Orfeo, los belicosos efectos de Il combattimento di Tancredi e Clorinda y el lirismo de sus Scherzi musicali.

Incluye también el primer personaje netamente buffo —el «parásito» Iro— de la historia de la ópera, pero también es la primera en representar en términos musicales y en toda su humana complejidad los espinosos procesos psicológicos de sus protagonistas.

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