Cuerpos celestes es la segunda parte del proyecto Falla de la compañía AzkonaToloza. Después de la aclamada Trilogía Pacífico (Extraños mares arden, Tierras del Sud y Teatro Amazonas), Laida Azkona y Txalo Toloza se han embarcado en un proyecto que parecía de proximidad, pero que está resultando ser tan global como el precedente. En Canto mineral, una especie de epílogo de su anterior trabajo, emprendían una travesía en búsqueda de las voces de las montañas. Del rugir de los volcanes. Del crujir de las rocas. De la vibración de una falla. Y eso los llevaba al futuro y al pasado, en un conjunción temporal tan necesaria como imposible. Con una novedad respecto a su manera de hacer teatro documental: la ciencia ficción
Este espectáculo pertenece al Ciclo «Barbarie mineral».
Sinopsis
En su segunda pieza, Cuerpos celestes centran su mirada en la barbarie extractivista y los límites minerales del planeta, fijando al cobalto como protagonista. El cobalto, un elemento que nace en las supernovas, se extrae desde el Congo y forma parte esencial de nuestro cerebro. Un mineral que está en la base de la actual transición ecológica y que se plantea como uno de los productos estrellas de la industria minera aeroespacial. Pero, ¿cuáles son las implicaciones económicas, sociales y geopolíticas de la llamada fiebre del oro azul? ¿Qué conlleva la explotación de los cuerpos celestes que rodean la tierra? ¿Estamos condenados a repetir los mismos errores del sistema de explotación colonial, o seremos capaces de imaginar nuevas posibilidades de relación con el universo?
Todo esto se preguntan Azkona y Toloza en Cuerpos celestes, desde la perspectiva de una familia que, 60 años después de la invasión de Marte, realiza un documental que nunca terminarán sobre las colonias mineras extractivas ubicadas en diferentes asteroides del sistema solar.