Don Juan no existe, convive entre la España de la Condesa (1923) y nuestros tiempos. No es una historia lineal ni clara, sino ventanas a tres épocas diferentes que comparten a don Juan, al olvido de las creadoras y comparten teatro, arte, escenario.
Sinopsis
El personaje central de la ópera es la Condesa de San Luis. No se presenta de forma biográfica; la Condesa es creadora, espectadora, persona crítica pero con sus dudas y contradicciones, es decir: una persona real.
Construimos esta ópera pensándola desde un género flexible. La música y el libreto beben de las influencias de las dos épocas que la ópera refleja, pero dejando espacio al oyente para su interpretación y alejándose de los estereotipos. La música es a la vez el espacio íntimo de la Condesa, sus pensamientos y su creatividad. El Ensemble no está únicamente anclado a una suerte de foso; el material instrumental es, a veces, el espacio de la escena, pero también son los músicos, individualmente, personajes de la ópera o espejos de los cantantes.
En el inicio de la ópera, estamos en un teatro durante una representación de la ópera Don Giovanni, junto a la Condesa y dos acompañantes. Ella cuestiona tanto el mito como el don Juan real, el don Juan que vemos en la calle.