El fuego amigo es un monólogo inspirado en el asesinato en Irak en 2003 del cámara y reportero gráfico español José Couso. Una obra de Juanma Romero Gárriz interpretada por Marta Alonso, a quien la acompaña la música en directo de Beatriz Vaca (Narcoléptica).
Sinopsis
Irak. Hotel Palestina. El proyectil de un tanque norteamericano impacta en el piso 15 del edificio. Un cámara español muere. La tragedia une de forma rotunda: la honestidad de un reportero de guerra con el despotismo de los que la crearon; el duelo de una familia española con el desgarro de la población iraquí; la mira de un tanque Abrams con el objetivo de una cámara Betacam. Una obra para preservar a José Couso en la memoria y, con él, a todos los periodistas y civiles ejecutados impunemente en la guerra.
Ha pasado mucho tiempo, quizá demasiado para recordar una guerra olvidada. Pero hoy todavía en Siria, Yemen, Palestina, Ucrania, Libia… siguen siendo asesinadas personas inocentes. Y sigue habiendo reporteros y reporteras de guerra que se juegan la vida por contar lo que allí pasa, por dar voz a los que no la tienen. Periodistas que son torturados y asesinados por hacer su trabajo. Muertes que suelen ser silenciadas atendiendo a intereses supranacionales y por las que nunca paga nadie. Y la herida sigue sin cerrarse.
Sobre el proyecto
La obra está inspirada en el asesinato en Irak, el 8 de abril de 2003, del cámara y reportero gráfico español José Couso. Hay algo en esta muerte que nos conduce a un lugar inesperado. La tragedia une de forma rotunda: la honestidad de un reportero en guerra con el despotismo de los que la crearon; el duelo de una familia española con el desgarro de la población iraquí; la mira de un tanque Abrams con el objetivo de una cámara Betacam.
Aquel 8 de abril de 2003 nadie exigió explicaciones al país aliado. Aún hoy, los responsables desean que recordemos, no un asesinato sin condena o la muerte de un compatriota, sino la relevancia de una foto en las Azores. El fuego amigo desea explorar en profundidad lo que implica el asesinato de un ser humano en estas circunstancias. Llevarlo al pensamiento y a la emoción como sólo el arte puede hacerlo; para compartirlo de nuevo con una ciudadanía que en 2003 apretó con fuerza las mandíbulas (sin comprender, sin tolerar); para mantener a José Couso en la memoria y, con él, a todos los periodistas y civiles ejecutados impunemente en la guerra.
Una iniciativa independiente, que permita un pensamiento crítico y la libre expresión, será el vehículo adecuado para contar (para no olvidar) esta historia. Creemos, además, que no basta con ‘decirla’. Nuestro propósito es, a través de la experimentación, encontrar los lenguajes que nos permitan llegar al corazón de un relato así: con una palabra que esté tan cerca de la lírica como del drama, y con una propuesta escénica que beba igualmente del teatro, el cine y la música en directo.
Irak. Hotel Palestina. El proyectil de un tanque norteamericano impacta en el piso 15 del edificio. Un cámara español muere. La tragedia une de forma rotunda: la honestidad de un reportero de guerra con el despotismo de los que la crearon; el duelo de una familia española con el desgarro de la población iraquí; la mira de un tanque Abrams con el objetivo de una cámara Betacam. Una obra para preservar a José Couso en la memoria y, con él, a todos los periodistas y civiles ejecutados impunemente en la guerra.
Ha pasado mucho tiempo, quizá demasiado para recordar una guerra olvidada. Pero hoy todavía en Siria, Yemen, Palestina, Ucrania, Libia… siguen siendo asesinadas personas inocentes. Y sigue habiendo reporteros y reporteras de guerra que se juegan la vida por contar lo que allí pasa, por dar voz a los que no la tienen. Periodistas que son torturados y asesinados por hacer su trabajo. Muertes que suelen ser silenciadas atendiendo a intereses supranacionales y por las que nunca paga nadie. Y la herida sigue sin cerrarse.
La obra está inspirada en el asesinato en Irak, el 8 de abril de 2003, del cámara y reportero gráfico español José Couso. Hay algo en esta muerte que nos conduce a un lugar inesperado. La tragedia une de forma rotunda: la honestidad de un reportero en guerra con el despotismo de los que la crearon; el duelo de una familia española con el desgarro de la población iraquí; la mira de un tanque Abrams con el objetivo de una cámara Betacam.
Aquel 8 de abril de 2003 nadie exigió explicaciones al país aliado. Aún hoy, los responsables desean que recordemos, no un asesinato sin condena o la muerte de un compatriota, sino la relevancia de una foto en las Azores. El fuego amigo desea explorar en profundidad lo que implica el asesinato de un ser humano en estas circunstancias. Llevarlo al pensamiento y a la emoción como sólo el arte puede hacerlo; para compartirlo de nuevo con una ciudadanía que en 2003 apretó con fuerza las mandíbulas (sin comprender, sin tolerar); para mantener a José Couso en la memoria y, con él, a todos los periodistas y civiles ejecutados impunemente en la guerra.
Una iniciativa independiente, que permita un pensamiento crítico y la libre expresión, será el vehículo adecuado para contar (para no olvidar) esta historia. Creemos, además, que no basta con ‘decirla’. Nuestro propósito es, a través de la experimentación, encontrar los lenguajes que nos permitan llegar al corazón de un relato así: con una palabra que esté tan cerca de la lírica como del drama, y con una propuesta escénica que beba igualmente del teatro, el cine y la música en directo.
- Dirección:
Juanma Romero Gárriz - Autoría:
Juanma Romero Gárriz - Ayudantía de dirección:
Ricardo Galiano - Dirección artística:
Ricardo Galiano - Escenografía:
Laura Ordás
Vanessa Actif - Iluminación:
Enrique Muñoz - Vestuario:
Elda Noriega - Música:
Beatriz Vaca (Narcoléptica) - Diseño gráfico:
Javi Gárriz