Indomable es una creación Jorge Albuerne.
El autor nace en Oviedo (Asturies) un año antes de la muerte del dictador.
Se licencia en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) en la especialidad de Escultura y Cerámica. Ha dedicado estos últimos veinte años a formarse, crear y acompañar/dirigir proyectos en el ámbito de las artes escénicas, utilizando en ellas recursos de la danza, el circo, las artes plásticas y la escritura. Actualmente reside en Barcelona, desde donde reparte su tiempo entre México y Argentina como creador intérprete.
Sinopsis
Hemos entregado nuestra rabia
Hemos perdido la posibilidad de enfurecer
por un sofá
por una cena caliente
por unos minutos de compañía
Hemos claudicado ante el gigante de la movilidad insostenible,
del trabajo precario,
de las relaciones instantáneas.
Hemos pedido perdón sin merecerlo,
sin un ápice de orgullo.
Hemos caído en la nostalgia de nosotros mismos.
Hemos dejado caer (nuestra) la cabeza por el barranco como si fuera basura. (agachar la cabeza, mirar para otro lado, asentido, consentido)
Hemos permitido el llanto,
la angustia,
el desasosiego de los más vulnerables…
Y aun así nos creemos en posesión de la verdad absoluta y triunfal,
una verdad sin oponente,
unidireccional,
anodina,
aséptica,
condicional.
Y a mí, para diferenciarme de “ese” nosotros,
a mí me vendría bien un descanso,
antes de morir,
de morir en mí mismo,
de morir, de morir, de morir…
¡¡¡Daría tanto por un poco de amor y de carne!!!
Que cualquier silencio me parece(ría) el paraíso.
Hemos entregado nuestra rabia
Hemos perdido la posibilidad de enfurecer
por un sofá
por una cena caliente
por unos minutos de compañía
Hemos claudicado ante el gigante de la movilidad insostenible,
del trabajo precario,
de las relaciones instantáneas.
Hemos pedido perdón sin merecerlo,
sin un ápice de orgullo.
Hemos caído en la nostalgia de nosotros mismos.
Hemos dejado caer (nuestra) la cabeza por el barranco como si fuera basura. (agachar la cabeza, mirar para otro lado, asentido, consentido)
Hemos permitido el llanto,
la angustia,
el desasosiego de los más vulnerables…
Y aun así nos creemos en posesión de la verdad absoluta y triunfal,
una verdad sin oponente,
unidireccional,
anodina,
aséptica,
condicional.
Y a mí, para diferenciarme de “ese” nosotros,
a mí me vendría bien un descanso,
antes de morir,
de morir en mí mismo,
de morir, de morir, de morir…
¡¡¡Daría tanto por un poco de amor y de carne!!!
Que cualquier silencio me parece(ría) el paraíso.