Iphonsi Desconectado no es solo un show de magia. Es una declaración de principios (sin ser solemne) y un cable a tierra que conecta directo con la risa, el asombro y, por qué no, un poquito de nostalgia.
Es, en definitiva, un espectáculo para ver con los ojos bien abiertos y el móvil, por una vez, en el bolsillo.
Porque a veces, para reconectar con la magia hay que desconectarse del resto.
Sinopsis
Iphonsi ha perdido la señal.
No, no es una metáfora: literalmente no tiene WiFi. Ni datos. Ni batería. Ni una sola rayita de cobertura. Y por si fuera poco, nadie lo sigue. Porque claro, sin red, no hay redes.
En este nuevo espectáculo, el mago más tecnológico de la cartelera decide (¿obligado?) enfrentarse al mayor reto de su carrera: hacer magia sin aplicaciones, sin dispositivos, sin nada digital. Lo que viene a ser, según él, «como ir a cazar dragones con una cuchara de postre».
Pero lo que empieza como un caos desordenado lleno de cables sueltos y promesas de reinicio, se convierte en un recorrido absolutamente encantador por la magia de antes, esa que olía a papel, a tinta, a cartas de verdad y a imaginación sin notificaciones.
Durante 50 minutos, Iphonsi nos invita a recordar cómo era todo cuando no sabíamos tanto y sentíamos más. Un reloj que desaparece entre cuerdas, libros que adivinan pensamientos, cucharas que atraviesan mesas y sombreros que desafían la lógica. Todo con el humor que lo caracteriza, ese tono entre despistado y genio que lo hace tan querible.