Jondo, del primer llanto, del primer beso, una historia de desamor… Cinco cuadros de danza para cinco personajes de la literatura de Lorca que comparten con el Cante Jondo la pena de quien observa y escucha esta expresión social y racial de orígenes borrosos. Cinco amantes sin ser amados: Rosita, Don Perlimplín, Mariana, Adela y El Director guiados por un bailaor Guerrero, que les muestra en su momento jondo como un grito desgarrador que libera y que alivia el dolor que también pertenece a la vida.

Sinopsis

Jondo es una puesta en escena de danza flamenca dividida en cinco cuadros con prólogo y epílogo, donde cada uno de los cuadros está protagonizado por un personaje de la obra literaria de Federico García Lorca: Rosita, Don Perlimplín, Mariana, Adela y el Director. Estos personajes lorquianos protagonizan un momento concreto de su historia, un sólo instante donde el personaje transmite el sentimiento hondo de la profundidad de una herida siempre marcada por el desamor.

Inspirado en el Primer Concurso de Cante Jondo de Granada en 1922, arranca el ritual una frase melodiosa -en español y hebreo- que Federico García Lorca apuntó en su conferencia sobre el Concurso de Jondo en “Arquitectura del Cante Jondo”.

Después la voz se detiene para dar paso a un silencio impresionante y medido,
y la seguiriya se pierde, se escapa de las manos
la vemos alejarse hacia un punto de pasión perfecta,
donde el alma más dionisiaca no logra desembarcar…

Duración:
Idioma:
Sin palabras
Castellano
Edad:
todos los públicos
Sinopsis

Jondo es una puesta en escena de danza flamenca dividida en cinco cuadros con prólogo y epílogo, donde cada uno de los cuadros está protagonizado por un personaje de la obra literaria de Federico García Lorca: Rosita, Don Perlimplín, Mariana, Adela y el Director. Estos personajes lorquianos protagonizan un momento concreto de su historia, un sólo instante donde el personaje transmite el sentimiento hondo de la profundidad de una herida siempre marcada por el desamor.

Inspirado en el Primer Concurso de Cante Jondo de Granada en 1922, arranca el ritual una frase melodiosa -en español y hebreo- que Federico García Lorca apuntó en su conferencia sobre el Concurso de Jondo en “Arquitectura del Cante Jondo”.

Después la voz se detiene para dar paso a un silencio impresionante y medido,
y la seguiriya se pierde, se escapa de las manos
la vemos alejarse hacia un punto de pasión perfecta,
donde el alma más dionisiaca no logra desembarcar…

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