La guerra del amor es una obra en forma de concierto dirigida por Emilio del Valle en la que se habla del amor como mito, concepto, emoción, química, excusa, sujeto, objeto, arma…
Sinopsis
En la Grecia antigua tenían ocho palabras para nombrar el amor. Vamos a hablar de ese amor que Platón considera puente entre el mundo de las ideas y el mundo sensible, entre lo divino y lo humano. Ese que es capaz de inducir al ser humano a los mayores crímenes o proezas. Vamos a hablar de cómo el amor erótico se derrama sobre todos los demás, victorioso…
Eros/Cupido es un adolescente lujurioso, caprichoso, ciego e irracional amamantado por leones y tigres para sobrevivir, hijo bastardo fruto de la pasión desmedida entre la diosa más bella y fértil y el dios más fuerte y violento. No es de extrañar que esté siempre en guerra: con sus amantes, con el mundo, pero, sobre todo, consigo mismo.
Amor siempre sale triunfante, pero no sin antes luchar y cobrar un alto precio: la muerte.
Eso nos cuenta Simón Suárez de Arcos. Ese debió ser su último consuelo antes de morir el 18 de enero de 1996. El presente proyecto está basado en el montaje que este artista escénico español tituló Escenas de Amor y Guerra o el Triunfo de Amor. Se trata de una pieza de teatro musical diseñada a partir de música barroca, en su mayoría del compositor italiano Claudio Monteverdi, por encargo de José Luis Gómez para el teatro de La Abadía de Madrid, donde Simón Suárez ya había comenzado el proceso de ensayos cuando la muerte se lo llevó.
Simón Suárez nace en Peñaroya-Pueblonuevo (Córdoba) en 1947 y, después de trece intensos años de estudio y trabajo en París, Frankfurt y gran parte de Europa, llega a Madrid en 1983, en plena transición política y en plena «movida» cultural, trayendo aires de vanguardia europea. Trabajó profesionalmente como pintor, escenógrafo, figurinista, diseñador de luz, actor, director de escena y musicólogo para radio, danza, teatro y especialmente para género lírico, dedicándole la mayor parte de sus últimos 12 años de vida a la escena madrileña.
En ningún caso pretendemos terminar lo que Simón Suárez comenzó hace más de 26 años, sino rendir un justo homenaje a este artista tan valorado en los años 80 y 90 como tristemente olvidado hasta ahora. Partiendo del cuaderno de notas que él mismo elaboró para aquél montaje hemos diseñado la presente propuesta.
