Bienvenidos a otra época, en la que las historias solo podían ser contadas a través del boca a boca. En esos días, los aldeanos se reunían alrededor de un fuego, a la sombra de un árbol, para interpretar cuentos y canciones, todos ellos tenían siempre una moraleja. Pasados los años, se convirtió en un oficio, el oficio del juglar, los cuales ofrecían su espectáculo callejero en las plazas públicas, tabernas o en fiestas.
De esta tradición tan antigua, nace La Posada del Juglar. Azahara de Bracamonte y Elena del Lugar os mostrarán cada una de las historias de amor, lujuria y honor que viven los huéspedes de la posada, a través de cantares, cuentos y poemas que interpretarán a capela.