La vida es otra cosa es un montaje de Ruka Teatro a partir de textos de Teresa Alonso y Seli Ka. Una obra que se centra en nuestra fragilidad mental y la necesidad de abordarla como algo colectivo y no individualmente.

Sinopsis

Los pasadizos de una cabeza. Tu voz, la de tu tía, tu amiga, tu vecina, la nuestra. Los cuerpos. Voces que preferirías no escuchar, que ametrallan, golpean. Voces que calman, que arriman, que crean red. Estructuras que no queremos habitar. Otras por construir. Romper, quebrarse, jajaja, qué risa. Corre, avanza, más rápido, salta el obstáculo, el humano, las palabras residuales. Cuidado, cuidado, no vayas a. 

Las integrantes del elenco, Teresa Alonso, Julia Eme, Seli Ka y Julia Nicolau, basan este trabajo escenográficamente minimalista en la constancia de que, en los últimos años, cualquier persona ha presenciado cómo alguien se rompe. La obra nace de la necesidad de sus creadoras de poner en escena una serie de dolores psíquicos, emocionales y vitales que, aseguran, no pueden seguir sosteniéndose de manera individual. Sus voces se mezclan con las de otras personas que han atravesado diferentes tipos de sufrimiento psíquico, con las que han dialogado de forma profunda, y el resultado aparece en formato performativo de teatro-documento, hilando escenas que pasan por lo poético, lo corpóreo, el grotesco y lo confesional.

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Sinopsis

Los pasadizos de una cabeza. Tu voz, la de tu tía, tu amiga, tu vecina, la nuestra. Los cuerpos. Voces que preferirías no escuchar, que ametrallan, golpean. Voces que calman, que arriman, que crean red. Estructuras que no queremos habitar. Otras por construir. Romper, quebrarse, jajaja, qué risa. Corre, avanza, más rápido, salta el obstáculo, el humano, las palabras residuales. Cuidado, cuidado, no vayas a. 

Las integrantes del elenco, Teresa Alonso, Julia Eme, Seli Ka y Julia Nicolau, basan este trabajo escenográficamente minimalista en la constancia de que, en los últimos años, cualquier persona ha presenciado cómo alguien se rompe. La obra nace de la necesidad de sus creadoras de poner en escena una serie de dolores psíquicos, emocionales y vitales que, aseguran, no pueden seguir sosteniéndose de manera individual. Sus voces se mezclan con las de otras personas que han atravesado diferentes tipos de sufrimiento psíquico, con las que han dialogado de forma profunda, y el resultado aparece en formato performativo de teatro-documento, hilando escenas que pasan por lo poético, lo corpóreo, el grotesco y lo confesional.

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