La vida es sueño en 59 minutos es un espectáculo de Héctor Urién.
Sinopsis
¿Cómo traer a la vida la inmensidad de “La vida es sueño” con un solo actor en escena? La respuesta está en la tradición de los grandes juglares modernos, en el teatro de maestros como Darío Fo o Roberto Benigni: un espectáculo unipersonal donde con humor, entusiasmo, ritmo y poesía, un solo cuerpo y una sola voz se multiplican para convertirse en un universo entero.
En esta puesta en escena, el actor es a la vez narrador y personaje. Es un guía que nos toma de la mano para explicarnos y actualizar los vericuetos de la trama, haciendo que la compleja estructura calderoniana se vuelva transparente, cercana, divertida y perfectamente comprensible. Y, en un instante, abandona la narración para convertirse en la fiera filosofal que es Segismundo, en el atormentado rey Basilio, en la valiente Rosaura o en el gracioso Clarín. Todos los personajes desfilan ante el público, nítidamente dibujados en el cuerpo y la voz del intérprete.
El profundo respeto al original es la columna vertebral de la propuesta. La obra mantiene la perfecta estructura en tres jornadas que diseñó Calderón, y los versos más importantes resuenan en el escenario con toda su fuerza.

