Los sueños perdidos

Los sueños perdidos

… Aquí estoy… con el ánimo hecho un montón de escombros, pero vivo… Este texto es el punto de partida en que se basa Los sueños perdidos de Enrique González Tuñón y que ha sido creada a partir de las sencillas pero eficaces escenas que se asientan sobre una estructura dramática, indudablemente poética.

Sinopsis

Coherente con el pensamiento de Enrique González Tuñón, de mostrar casos existenciales en situaciones de crisis personales y sociales, en Los sueños perdidos vemos como se mueve este personaje que está al margen de la sociedad pero que encarna un ideal de vida guiado por la libertad, aunque rozando más de una vez la locura y la muerte. Los elementos simbólicos juegan un papel importante y se recurre a ellos para transitar una realidad profunda que desnuda hipocresías en un mundo mecanizado, racional, robótico.

Frente a toda esa violencia, el personaje contrapone de manera permanente una exaltación libertaria, un vitalismo incalculable, la rebeldía, un temperamento corrosivo… Los sueños perdidos es la crónica de un mundo en descomposición, así como del reflejo que esa universal podredumbre va dejando en el alma. Se acotan y enriquecen los grandes conceptos, las “palabras mayores” que han jalonado el itinerario del ser humano: la fe, la muerte, el dolor, la guerra, la pobreza, la insatisfacción permanente, la trascendencia. Los sueños perdidos nos muestra la mezcla de la risa frente a lo trágico en una visión grotesca del mundo. Enrique González Tuñón tiene la capacidad de lanzar al espectador a un universo impensado, que revela visiones paradisíacas e infernales que provocan violentas nostalgias, pero también fuertes inquietudes, entreviendo dramas de dolor y de amor.

Duración:
Idioma:
Castellano
Sinopsis

Coherente con el pensamiento de Enrique González Tuñón, de mostrar casos existenciales en situaciones de crisis personales y sociales, en Los sueños perdidos vemos como se mueve este personaje que está al margen de la sociedad pero que encarna un ideal de vida guiado por la libertad, aunque rozando más de una vez la locura y la muerte. Los elementos simbólicos juegan un papel importante y se recurre a ellos para transitar una realidad profunda que desnuda hipocresías en un mundo mecanizado, racional, robótico.

Frente a toda esa violencia, el personaje contrapone de manera permanente una exaltación libertaria, un vitalismo incalculable, la rebeldía, un temperamento corrosivo… Los sueños perdidos es la crónica de un mundo en descomposición, así como del reflejo que esa universal podredumbre va dejando en el alma. Se acotan y enriquecen los grandes conceptos, las “palabras mayores” que han jalonado el itinerario del ser humano: la fe, la muerte, el dolor, la guerra, la pobreza, la insatisfacción permanente, la trascendencia. Los sueños perdidos nos muestra la mezcla de la risa frente a lo trágico en una visión grotesca del mundo. Enrique González Tuñón tiene la capacidad de lanzar al espectador a un universo impensado, que revela visiones paradisíacas e infernales que provocan violentas nostalgias, pero también fuertes inquietudes, entreviendo dramas de dolor y de amor.

Ficha artística
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