Los títeres de Caperucita Roja es un espectáculo de títeres tradicionales para contar uno de los más famosos cuentos clásicos. 

Con la dirección y los títeres del Napolitano Gaspare Nasuto, embajador del Polichinela tradicional, José Diego Ramírez cambia de registro titiritero y sale de “las sombras” para sumergirse de lleno en el más puro títere tradicional de guante. Una producción fruto de la colaboración de estos dos titiriteros en residencia artística en el Centro Rural de Artes Interpretativas-CRAI sede de A la Sombrita-Teatro de Pocas Luces. Bajo la producción ejecutiva de Luz Riego, música y entorno sonoro de Sulpicio Molina y concepción plástica de Jerónimo Díaz, presentamos una coproducción Italiana-Española.

El espíritu de Polichinela napolitano y el Cristobita andaluz. El sur de los dos países latinos se reencuentran para poner en escena un clásico que divertirá a toda la familia.

Sinopsis

Caperucita Roja es uno de los cuentos más representados y conocidos, en él se muestra a los niños y niñas la importancia de seguir siempre los consejos que nos brinda nuestra familia y el peligro de confiar en desconocidos.

La adaptación que presentamos está ideada para verla en familia y si bien, los más pequeños se cuidarán de hablar con extraños también valoramos la aptitud de los mayores, que anteponen su trabajo a la responsabilidad de atender, educar y acompañar a los menores. 

Porque Caperucita no es una niña desobediente, es simplemente eso, una niña, tan ignorante e ingenua como su propia edad, que no tiene la experiencia suficiente para intuir las intenciones de “lobos” ni de peligros.

Duración:
Edad:
A partir de 4 años

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Sinopsis

Caperucita Roja es uno de los cuentos más representados y conocidos, en él se muestra a los niños y niñas la importancia de seguir siempre los consejos que nos brinda nuestra familia y el peligro de confiar en desconocidos.

La adaptación que presentamos está ideada para verla en familia y si bien, los más pequeños se cuidarán de hablar con extraños también valoramos la aptitud de los mayores, que anteponen su trabajo a la responsabilidad de atender, educar y acompañar a los menores. 

Porque Caperucita no es una niña desobediente, es simplemente eso, una niña, tan ignorante e ingenua como su propia edad, que no tiene la experiencia suficiente para intuir las intenciones de “lobos” ni de peligros.

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