Paseo para rastreras, reptiles y sinuosas

Paseo para rastreras, reptiles y sinuosas

La Merce (Chile) propone en Paseo para rastreras, reptiles y sinuosas una performance por los espacios de La Casa Encendida que ha coreografiado. Una recorrido -desplazamiento- donde muestra su deseo de desafiar lo hegemónico a través del encantamiento.

Sinopsis

La performance aborda la identidad y los estados del ser, la política queer a través de formas de agenciamiento, desinhibición y rematerialización de un cuerpo, de desbordar la dualidad de la forma física y su representación, transfigurándola.

La pieza habla de la idea de cuidarse como exigencia, de defenderse de la etiqueta externa, de excavar lugares indeterminados, de invocar gestos de otra índole, de defenderse y desafiar lo hegemónico. Un paseo de goce que no viene a informar sino a dejarse ver, fingiendo o simulando.

En palabras de La Merce: “Un rostro sobre el hombro, la cabeza ladeada de forma coqueta, las quebradas y curvas líneas de los pómulos, mentón, cuello y la superficie de la piel brillante apareándose, los labios presionados suavemente, las cejas suspendidas, la mirada desplazada e insolente, la respiración contenida buscando la luz, el tema del amaneramiento siempre está presente; todo encanta, aquí tienes, estoy en espera de tus ojos”.

Sinopsis

La performance aborda la identidad y los estados del ser, la política queer a través de formas de agenciamiento, desinhibición y rematerialización de un cuerpo, de desbordar la dualidad de la forma física y su representación, transfigurándola.

La pieza habla de la idea de cuidarse como exigencia, de defenderse de la etiqueta externa, de excavar lugares indeterminados, de invocar gestos de otra índole, de defenderse y desafiar lo hegemónico. Un paseo de goce que no viene a informar sino a dejarse ver, fingiendo o simulando.

En palabras de La Merce: “Un rostro sobre el hombro, la cabeza ladeada de forma coqueta, las quebradas y curvas líneas de los pómulos, mentón, cuello y la superficie de la piel brillante apareándose, los labios presionados suavemente, las cejas suspendidas, la mirada desplazada e insolente, la respiración contenida buscando la luz, el tema del amaneramiento siempre está presente; todo encanta, aquí tienes, estoy en espera de tus ojos”.

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