En Al fondo riela (Lo otro del Uno), Eduardo Trassierra y Yerai Cortés se ocupan de la exploración dialógica de la guitarra. La noción de diálogo y alteridad impregnan la escena hasta el punto de duplicarla sobre un suelo espejo, donde el espectáculo se acompaña también a sí mismo habitando el enorme lago oscuro en que se convierte el escenario que, con su propio reflejo, ahuyenta su vacío.
Sinopsis
Persiguiendo que la coherencia estética funcione como soporte narrativo, el paisaje vuelve a aparecer, esta vez alterado por el concepto de dualidad (leitmotiv de la pieza), desrealizado por la presencia de dos mundos: la realidad y lo misterioso que la acompaña.
En correlato, las guitarras (aportándose una a la otra su definición en el contraste) se convierten en trasunto musical de este dualismo: Trassierra onírico, sublime y trágico; Cortés de una ingenuidad inteligentísima y bachiana.