Juicio real al ciudadano Hamlet, en el que el público tiene un papel fundamental como jurado popular.
Sinopsis
¿Qué pasa si juzgamos públicamente a Hamlet como a un asesino común? Sí, Please, Continue (Hamlet) es un juicio real al ciudadano Hamlet, acusado de matar a su tío, después de que este hubiera matado al padre del primero.
Para decidir sobre su inocencia o sobre su culpabilidad, los responsables de este montaje reclutan jueces, abogados y fiscales en cada ciudad en la que actúan, jueces, abogados y fiscales reales, en activo. El acusado y los testigos son actores. Se trata de reproducir los casos-tipo con los que los trabajadores de la justicia practican, a modo de ejercicio.
Roger Bernat y los suyos han celebrado este peculiar juicio ya en más de 160 ocasiones por 13 países distinos. Hamlet ha sido declarado inocente unas 80 veces. Todo un desafío que llega a Madrid casi para juzgar a la propia justicia.
Por eso mismo, Please, Continue (Hamlet) no puede considerarse una obra de teatro. Es una performance que estimula y provoca el sentido cívico del espectador con relación a su idea de justicia, tan lejana a veces de lo que dicta el Estado. Calificamos muchas veces la administración de justicia de pantomima, y es ahora, cuando más teatral puede parecer, cuando nos ayudará a reconocer el teatro de la vida. Esta obra nace para cuestionar el rol de los jurados públicos en los tribunales de muchos países, lo que equivale a preguntarse por la objetividad tanto como por la sensibilidad y significa poner el foco sobre el papel del ciudadano en un sistema que le somete pero le arrebata muchas veces la voz y el voto.
Castellano
¿Qué pasa si juzgamos públicamente a Hamlet como a un asesino común? Sí, Please, Continue (Hamlet) es un juicio real al ciudadano Hamlet, acusado de matar a su tío, después de que este hubiera matado al padre del primero.
Para decidir sobre su inocencia o sobre su culpabilidad, los responsables de este montaje reclutan jueces, abogados y fiscales en cada ciudad en la que actúan, jueces, abogados y fiscales reales, en activo. El acusado y los testigos son actores. Se trata de reproducir los casos-tipo con los que los trabajadores de la justicia practican, a modo de ejercicio.
Roger Bernat y los suyos han celebrado este peculiar juicio ya en más de 160 ocasiones por 13 países distinos. Hamlet ha sido declarado inocente unas 80 veces. Todo un desafío que llega a Madrid casi para juzgar a la propia justicia.
Por eso mismo, Please, Continue (Hamlet) no puede considerarse una obra de teatro. Es una performance que estimula y provoca el sentido cívico del espectador con relación a su idea de justicia, tan lejana a veces de lo que dicta el Estado. Calificamos muchas veces la administración de justicia de pantomima, y es ahora, cuando más teatral puede parecer, cuando nos ayudará a reconocer el teatro de la vida. Esta obra nace para cuestionar el rol de los jurados públicos en los tribunales de muchos países, lo que equivale a preguntarse por la objetividad tanto como por la sensibilidad y significa poner el foco sobre el papel del ciudadano en un sistema que le somete pero le arrebata muchas veces la voz y el voto.