Save the last dance for me

Save the last dance for me

La performance Save the last dance for me, del artista visual Alessandro Siarroni (Italia), revisa y recupera una antigua tradición en peligro de extinción: la Polka Chinata, un baile de cortejo originalmente realizado en Bolonia solo por hombres, que data de principios del siglo XX y que en 2018 sólo practicaban cinco personas en el mundo

Sinopsis

Moviéndose al ritmo de un latido tecno, dos bailarines dan vueltas, mirándose fijamente. A veces, agazapados en una postura de lucha libre, realizan un baile de salón tradicional italiano hasta que se agotan. La representación de este ritual se vuelve atlética, magnética, visceral. Unidos, dos hombres se abrazan con ternura y dominio técnico en una conmovedora prueba de confianza y colaboración.

Alessandro Sciarroni trabaja con los bailarines Gianmaria Borzillo y Giovanfrancesco Giannini sobre los pasos de esta danza boloñesa.

La obra ha sido creada en colaboración con Giancarlo Stagni, un maestro de danza Filuzziani que revivió esta antigua tradición gracias al redescubrimiento y estudio de algunos vídeos de documentación que datan de la década de 1960. Sciarroni descubrió este baile en diciembre de 2018, cuando en Italia solo lo practicaban cinco personas en total.

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Sinopsis

Moviéndose al ritmo de un latido tecno, dos bailarines dan vueltas, mirándose fijamente. A veces, agazapados en una postura de lucha libre, realizan un baile de salón tradicional italiano hasta que se agotan. La representación de este ritual se vuelve atlética, magnética, visceral. Unidos, dos hombres se abrazan con ternura y dominio técnico en una conmovedora prueba de confianza y colaboración.

Alessandro Sciarroni trabaja con los bailarines Gianmaria Borzillo y Giovanfrancesco Giannini sobre los pasos de esta danza boloñesa.

La obra ha sido creada en colaboración con Giancarlo Stagni, un maestro de danza Filuzziani que revivió esta antigua tradición gracias al redescubrimiento y estudio de algunos vídeos de documentación que datan de la década de 1960. Sciarroni descubrió este baile en diciembre de 2018, cuando en Italia solo lo practicaban cinco personas en total.

Ficha artística
Fotos y vídeos
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