Virages reúne a cinco individuos alrededor de una acción cotidiana: caminar. No obstante, este caminar resulta particular en el sentido de que tiene lugar en un espacio cerrado, lo que imprime a las trayectorias una circularidad necesaria, y se libera de la necesidad de llegar a un destino. No subsiste más que una dinámica, un impulso, un «ir hacia», y la ocasión de que un grupo inscriba, en presente, su propio deambular.
Sinopsis
Los performers, empeñados en realizar sus trayectos, están perseguidos por el dispositivo en el que se transforman: la luz persigue y recorta sus siluetas en movimiento.
Al mismo tiempo, una organización interna y secreta rige sus relaciones y les permite infiltrarse en el corazón de este dispositivo: el espacio invisible que ellos mismos mantienen, permanentemente móvil, altera la conducta programada del dispositivo de iluminación. Este se apaga, se interrumpe, se sincopa, se retrasa; no puede actuar según su lógica interna que le ordena acecharles, así que, a merced de esta intrusión, cierra aún más el espacio que rodea a los cuerpos.
Esta tensión, esta trampa, entre el dispositivo y los bailarines perturba nuestras impresiones y nos hace dudar de nuestras propias sensaciones. Los cuerpos desaparecen solo para volver a aparecer, parecen flotar, alzar el vuelo, atravesarse y perder su corporeidad. Las perspectivas se retuercen, se burlan y se anula, aumentando así la confusión en la que la obra sumerge a nuestra percepción.
Sin palabras
A partir de 7 años
Los performers, empeñados en realizar sus trayectos, están perseguidos por el dispositivo en el que se transforman: la luz persigue y recorta sus siluetas en movimiento.
Al mismo tiempo, una organización interna y secreta rige sus relaciones y les permite infiltrarse en el corazón de este dispositivo: el espacio invisible que ellos mismos mantienen, permanentemente móvil, altera la conducta programada del dispositivo de iluminación. Este se apaga, se interrumpe, se sincopa, se retrasa; no puede actuar según su lógica interna que le ordena acecharles, así que, a merced de esta intrusión, cierra aún más el espacio que rodea a los cuerpos.
Esta tensión, esta trampa, entre el dispositivo y los bailarines perturba nuestras impresiones y nos hace dudar de nuestras propias sensaciones. Los cuerpos desaparecen solo para volver a aparecer, parecen flotar, alzar el vuelo, atravesarse y perder su corporeidad. Las perspectivas se retuercen, se burlan y se anula, aumentando así la confusión en la que la obra sumerge a nuestra percepción.
- Idea original:
Thibaud Le Maguer - Iluminación:
Annie Leuridan
Christophe Fougou - Audiovisuales:
Antoine Villeret - Vestuario:
NESCÙ - Coreografía:
Thibaud Le Maguer - Música:
David Merlo - Vídeo:
Claire Pollet - Producción:
Le Fresnoy
Studio national des arts contemporains, Le Gymnase
Centre de Développement Chorégraphique de Roubaix