Tras su estreno la temporada pasada en el Teatre Nacional de Catalunya, llega a Madrid la última creación de Elena Córdoba Y pareceremos árboles, una obra enmarcada dentro de su proyecto Ficciones Botánicas.

Sinopsis

Llevaba años estudiando botánica y decidí volver al cuerpo, decidí estudiar el sistema nervioso, ese complejísimo galimatías que nos permite movernos, bailar y pensar. Empecé asomándome al sistema nervioso para rastrear en él las ideas de voluntad, de impulso, de deseo, quería volver de alguna manera, a esos atributos animales de los que me había alejado. Sin embargo, al asomarme al sistema nervioso me di cuenta de que las formas que sujetan nuestra voluntad y nuestros movimientos se parecen extrañamente a las formas vegetales, vi células arboriformes que se unían formando bosques, arbolitos eléctricos en los que nacían nuestros impulsos. En fin, vi uniones, materia y formas compartidas.

Y pareceremos árboles es una ficción en la que hemos decidido, como decía el ciego en el Evangelio de Mateo, transformarnos en árboles movientes, sistemas nerviosos que anhelan las propiedades de la madera: memoria, calma y tiempo. Hemos decidido de común acuerdo volvernos rígidos, secos como esos árboles que lo tienen todo escrito dentro y no olvidan nada, como esos árboles que son tan viejos que no saben morir.

y se quedan

se quedan

se quedan

En Y pareceremos árboles imaginamos que nuestro bosque soñado es un bosque anatómico que está dentro de nuestros cuerpos, y que paseando por él vamos a comprender que algún día volveremos a la tierra y seremos árboles.

Sinopsis

Llevaba años estudiando botánica y decidí volver al cuerpo, decidí estudiar el sistema nervioso, ese complejísimo galimatías que nos permite movernos, bailar y pensar. Empecé asomándome al sistema nervioso para rastrear en él las ideas de voluntad, de impulso, de deseo, quería volver de alguna manera, a esos atributos animales de los que me había alejado. Sin embargo, al asomarme al sistema nervioso me di cuenta de que las formas que sujetan nuestra voluntad y nuestros movimientos se parecen extrañamente a las formas vegetales, vi células arboriformes que se unían formando bosques, arbolitos eléctricos en los que nacían nuestros impulsos. En fin, vi uniones, materia y formas compartidas.

Y pareceremos árboles es una ficción en la que hemos decidido, como decía el ciego en el Evangelio de Mateo, transformarnos en árboles movientes, sistemas nerviosos que anhelan las propiedades de la madera: memoria, calma y tiempo. Hemos decidido de común acuerdo volvernos rígidos, secos como esos árboles que lo tienen todo escrito dentro y no olvidan nada, como esos árboles que son tan viejos que no saben morir.

y se quedan

se quedan

se quedan

En Y pareceremos árboles imaginamos que nuestro bosque soñado es un bosque anatómico que está dentro de nuestros cuerpos, y que paseando por él vamos a comprender que algún día volveremos a la tierra y seremos árboles.

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