Lucas Vidal
Lucas Vidal nació en 1984 en Madrid en el seno de una familia muy unida a la música. Su abuelo paterno, José Manuel Vidal Zapater, fue el fundador de la compañía discográfica Hispavox en 1953, en la que grabaron grandes artistas de la época. De su familia materna le viene su relación con el ballet: su prima Zenaida Yanowsky fue primera bailarina del Royal Ballet durante muchos años, y su primo Yury Yanowsky del Boston Ballet. Estos cimientos hicieron aflorar en Lucas Vidal una pasión por la música desde muy joven. Empezó a tocar el piano a los tres años, y a los siete la flauta travesera. Ya desde muy temprana edad empezó a destacar improvisando sobre diferentes géneros clásicos. Esto hizo que se le considerara un «niño prodigio» en el ámbito de la composición. A la edad de quince años Lucas Vidal solicitó una plaza en el Berklee College of Music en Boston para acudir a un campamento estival de composición musical. Esas cinco semanas fueron suficientes para tomar la decisión de convertirse en compositor de bandas sonoras. Berklee le ofreció una beca para cursar la doble titulación de Música para Cine y Composición; se convirtió en el estudiante más joven de la historia del centro en componer y grabar una banda sonora orquestal para su primera película, Cathedral Pines, y en recibir los dos premios más importantes de composición musical de la institución educativa, llegando a grabar con una orquesta de más de 120 músicos. Tras su paso por Boston, donde obtuvo su doble titulación con mención Magna cum Laude, se trasladó a Nueva York para estudiar en la Juilliard School of Music, donde asiste a las clases del compositor Richard Danielpour. Fue en esa época que Lucas Vidal empezó a hacer diversos proyectos cinematográficos por lo que se traslada a Los Ángeles en 2009. En 2012 le llegó su oportunidad de componer la banda sonora de Fast and Furious 6. Tras esta superproducción, se sucedieron otras películas de éxito; y en 2016 fue galardonado con un Emmy por la composición del tema musical de la cadena ESPN para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Lucas Vidal comenzó una etapa entre Madrid y Los Ángeles que culminó, en 2016, con dos Goyas por el tema principal de Palmeras en la nieve, junto a Pablo Alborán, y por la banda sonora de Nadie quiere la noche, respectivamente. Después de esto se inició en la producción musical y el mundo de la música electrónica orquestal. En el ámbito de la producción, realizó colaboraciones con Amaia Montero, Antonio Orozco y mezcló los éxitos de Raphael en Resinphónico. También compuso el Himno de La Liga, así como el Himno de Iberoamérica. Ha sido seleccionado por la revista Forbes como uno de los 100 creativos más influyentes del mundo, así como Embajador de la marca España en el extranjero. En 2019 Lucas Vidal presentó su primer álbum de música electrónica orquestal: Karma, un proyecto donde ligaría la música electrónica con elementos orquestales, dando conciertos por toda la geografía española. Igualmente sigue componiendo éxitos de la talla de Élite, serie de Netflix. En 2021 recibe el premio Iris de la Academia de Televisión de España por su carrera cinematográfica, poniendo música a series de televisión como Dime quién soy, Edén, Sagrada familia, El inmortal, Paraíso, o el musical para Netflix Érase una vez… pero ya no. Lucas Vidal ha hecho diversos ballets, el último bajo la coreografía de Carlos Rodríguez: Picasso eterno. Compagina su carrera profesional con charlas, tanto en centros educativos como en empresas nacionales e internacionales. Lucas Vidal colabora por primera vez con el Teatro de la Zarzuela.
