Taxidermia de una alondra, una historia real disecada, revivida en escena. ¿Quién decide cuándo una historia deja de doler y puede representarse? ¿Dónde termina la empatía y comienza el placer de mirar? ¿Sentimos el dolor tan ajeno que nos atrae? ¿Qué revela de nosotrxs el deseo de ser testigos o protagonistas de lo trágico? ¿Necesitamos una gran debacle que nos transforme?