Disfruta con Onírico, un gran espectáculo de danza, en Nave 73. El sueño es un territorio sin cartografía, un umbral donde el tiempo se pliega y la lógica se diluye. Hay un instante antes de despertar en el que la realidad es un espejismo y la memoria de los sueños aún palpita en los huesos. La pieza captura ese estado intermedio en el que el cuerpo parece deslizarse entre dimensiones, donde la gravedad es incierta y el instante se expande y contrae sin obedecer a la linealidad del tiempo.