Bua, es que Nina soy yo literal, partiendo de La Gaviota de Chèjov, dos actrices reflexionan escénicamente sobre la fé, qué es ser actriz, el sacrificio, la crisis de los treinta y la insatisfacción, a través de la mirada de Nina, Trigorin, Trèplev, Irina y de la mismísima Gaviota.