Un joven pierde la memoria en una fiesta y sus amigos deciden ayudarle a recuperarla. Pero de una manera «Kafkiana» Asier el protagonista, solo recuerda a algunas personas y acontecimientos; otras situaciones y personas como su novia, no las recuerda.
En este musical José Masegosa; director, autor, letrista y compositor musical, nos desgrana con talento, los distintos pasos que siguen sus amigos para conseguir despertar los recuerdos de Asier. Lo hace con la ayuda de canciones originales, voces prodigiosas, una coreografía de la mano de Alberto Sánchez portentosa y una orquesta fenomenal. Sin embargo el sonido se pierde en ocasiones y no se entienden algunas frases pero el reparto suple esta deficiencia con una interpretación vertiginosa en la que no paran de pasar cosas durante toda la obra.
El escenario es limpio, no hay escenografía; no es necesario ya que todos los espacios los vemos gracias a las acciones de los actores y actrices. No hace falta más para contar una bella historia.
Vale la pena ir al Teatro Pavón un domingo por la mañana y disfrutar de este espectáculo.
Una pregunta me hice al salir del teatro: ¿A cuantos nos gustaría olvidar ciertas cosas?