Amor fati o como llegué a operarme de Glaucoma es la ópera pima de Yaiza Ramos, quien no solo es responsable de la dramaturgia y la dirección, sino que, además, es la joven protagonista de esta historia, un drama contado en clave de comedia con las canciones de Camilo Sesto, Julio Iglesias o los Chunguitos, como banda sonora de una familia que deja atrás la vida rural para instalarse en la Barcelona de la Transición. Amor fati se puede traducir como “amor al destino”, pero en este caso, es más la aceptación de un destino del que es difícil escapar, sobre todo cuando viene marcado por la herencia genética y una enfermedad como el glaucoma, segunda causa de ceguera en el mundo, como nos recuerda la autora.
A través de los recuerdos de una adolescente, Yaiza Ramos construye un magnífico relato, no en vano el texto fue galardonado con el Premio Francisco Nieva 2017, por el que transitan los padres, los abuelos y la vecina de ésta, Brigitte, interpretada por una increíblemente versátil Montse Gabriel, que hace además de padre, entre otros personajes. Estupendas también las interpretaciones de Horten Soler, en el personaje de la madre, Josep Maria Riera como padre y abuelos, o Cristina Bertol, en el papel de Yaiza. Amor Fati es una propuesta valiente y catártica sobre la superación personal y la necesidad de convertir el dolor en belleza, y en luz, la ceguera.