¿A quién no le apetece una buena comedia con fundamento? Que te haga pasar un buen rato de risas, que además la vayas masticando según acontece y que cuando salgas dé para una buena conversación/discusión. Pues eso es lo que promete y lo que cumple esta vuelta de ARTE de Yasmina Reza, creo que ya es la cuarta que podemos ver en la capital.
Miguel Del Arco es un tipo que se atreve con lo que le echen -Por algo es Kamikaze, ¿no?- y, en mi opinión, suele resolver con gracia y revoleo. No tenéis más que echar un vistazo a sus últimos estrenos dentro y fuera del Pavón. Y en esta ocasión tampoco falla: Un cuadro blanco, tres amigos, el postureo cultureta y la sinceridad, a veces mal entendida, son los ingredientes de este plato de gusto chispeante que nos ofrece.
Cristobal Suárez, Roberto Enríquez y Jorge Usón no pueden estar más divertidos, ácidos y brillantes, tanto en su conjunto como en esos fantásticos momentos individuales. La función vuela, a veces algo histérica, y nos tirotea con ráfagas de genialidad actoral que hacen que uno desde la butaca piense: «Pues sí, quizá yo sea un poco así».