No sé si voy a encontrar las palabras para describir lo que acabo de ver. Me ha cortocircuitado el cerebro.
En las primeras fases, algo de vergüenza ajena. Después una curiosidad morbosa, como cuando ves algo que causa rechazo y no puedes apartar la mirada. Más tarde, aceptación. Ya estaba totalmente abducido por lo que sucedía en el escenario.
No voy a destripar nada. No leáis más reseñas. Evitad las sinopsis. Este musical es para ir a pecho descubierto y simplemente vivir una de las experiencias más bizarras, absurdas, locas y endiabladamente desternillantes que se pueden ver en un escenario.
Mete en una coctelera una comedia de enredo, un capítulo de The Twilight Zone, unas pinceladas de La Trinca, algunas gotas de La Pequeña Tienda de los Horrores y agita. ¡BOOM! Baby Boom.