Ha pasado mucho tiempo desde que yo lo viví pero imagino que ver por primera vez sobre un escenario a Peter Pan ¡de carne y hueso! y al Capitán Garfio luchando con sus espadas y sentir la luz de Campanilla tiene que ser maravilloso. Al menos, lo fue para mi pequeño de casi tres años que asistió atónito (y casi sin pestañear) a la función de Peter Pan, el musical en el Teatro Maravillas. La mayor, que aún disfruta mucho con los cuentos, también se dejó atrapar por el montaje que arranca en formato cuentacuentos y después cobra vida sobre el escenario llevándonos al país mágico de Nunca Jamás.
Bailes, canciones pegadizas, acrobacias, interacción con el público… Esta versión actualizada de Peter Pan me parece ideal para que los más pequeños de la familia descubran el mágico mundo de los musicales. En cuanto a la interpretación, es fantástica la versatilidad del joven elenco y la relación que consiguen establecer con el público. ¡Mención especial para el pirata que es mano derecha del capitán Garfio! ¡Súper divertido!