Hemos podido disfrutar mucho de estos adaptación humorística de BEN-HUR, del clásico cinematográfico del 1959, basada en la novela de Lewis Wallace, que Nacho Novo ha reescrito y la compañía Yllana ha llevado a escena.
Estrenada el día 4 de julio pasado, al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, agotó a todas las representaciones con un gran éxito de crítica y público. Una propuesta alocada y participativa dirigida por David Ottoney Juan Ramos Toro.
Un espectáculo para todos los públicos que los creadores han definido como «Teatroma-scope», un juego entre el lenguaje cinematográfico y el teatral con un resultado realmente magnífico. La música está compuesta especialmente para la obra por Marc Alvarez y son muy destacables la escenografía de Carlos Brayda, los efectos de sonido de Alberto Fernández Roda, el vestuario de Gabriela Salaverri y la iluminación de JuanjoLlorens. Una gran pantalla de 18 metros ocupa el escenario. Los audiovisuales son de Javier de Prado.
Los intérpretes son Víctor Massan en el papel de Ben-Hur, Fael García en el de Mesala y Agustín Jímenez, Elena Lombao, Richard Collins-Moore y María Lanau que interpretan numerosos personajes en clave de humor y también de reivindicación social de aspectos como la religión, la homosexualidad o el papel de la mujer dentro de la sociedad.
Una nueva y original mirada sobre el mítico personaje desde la perspectiva del humor. Un ritmo trepidante en algunos momentos y la constante interacción con el público nos han hecho pasar prácticamente dos horas entre risas.
Fieles al contenido de la novela, la obra viaja por todos los lugares comunes del imaginario colectivo: la llegada en Belén de Josep y Maria, los Magos de Oriente a camello siguiendo una estrella que los guía, en Jerusalén el elemento ornamental que cae hiriendo al prefecto romano y las consecuencias que arrastrarán a Ben-Hur a una fabulosa aventura.
La aparición de Cristo, la memorable batalla naval, la carrera de cuadrigas… y, sobre todo, la rivalidad entre Judá Ben-Hur y su amigo del alma Messala. Una rivalidad que los llevará a competir hasta la muerte.
Una propuesta de una gran calidad, con una sincronizada y espectacular fusión entre el cine y el teatro, y unas interpretaciones que nos ha gustado y nos ha divertido. Una alentadora propuesta, que nos ha sorprendido muy favorablemente, teniendo en cuenta que es un tipo de teatro que no nos acostumbra a gustar demasiado.
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