Superar al clásico y triunfar

Cenicienta, el musical

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Cenicienta, el musical → Teatro Coliseum
05/10/2025 - Teatro Coliseum

Llegué al teatro sin haber buscado mucha información sobre esta nueva versión de Cenicienta, que es una de las grandes novedades de la cartelera teatral de este año. ¡Cuánta expectativa! Esperaba algo mucho más clásico y lo que me encontré me sorprendió muchísimo. Sí, todos conocemos la historia de la chica maltratada por su madrastra y sus hermanastras, la historia de amor con el príncipe, el zapato, el hada madrina… elementos fundamentales que también aparecen en esta versión producida por Stage Entertainment. Pero, a la vez, vamos a encontrar una historia completamente renovada, actualizada y que encaja mucho mejor con la época que nos ha tocado vivir.

Los personajes femeninos son fuertes, empoderados, claramente sus decisiones son las que guían toda la historia. Destaca nuestra Cenicienta, que no es una pobre chica en busca de su príncipe azul, más bien ayuda a un príncipe que está perdido, pero que a su vez quiere conocer a su pueblo y ayudarle en lo que necesite. También está Gabrielle, la hermanastra que desafía a su madre porque ella lo que quiere es ayudar a su pueblo. ¿A que va cambiando el cuento?

Paule Mallagarai y Briel González son los actores perfectos para interpretar a los dos protagonistas. Ella brilla, me recuerda, en algunos momentos, a Julie Andrews (que interpretó este mismo papel en la versión original de este musical, creado por Rodgers & Hammerstein para televisión en 1957). Él interpreta a la perfección a un príncipe Topher mucho menos edulcorado de lo que estamos acostumbrados a ver en este tipo de historias. Ahora, para mí también merecen una mención especial tanto Mariola Peña en su papel de Madrastra como el Hada Madrina de Mayca Teba. Me alucinaron sus voces, su porte y su presencia en escena (y su vestuario, necesito esos vestidazos).

Las referencias en esta historia son de lo más variadas: un maravilloso vestuario muy de los años 50, emulando en ocasiones a las grandes divas como Marilin Monroe o Audrey Hepburn, referencias a otras obras como Grease (no más carrozas, por favor, en coche se va mucho mejor), un hada madrina que se parece mucho a la de Shrek o una madrastra que recuerda muchísimo a Cruella de Vil. Incluso me atrevería a decir que vi ciertas reminiscencias que me llevaron a pensar en Los miserables y la revolución francesa o a El Principito.

La escenografía me parece otro elemento a destacar, está muy bien trabajada y pensada. La casa de la madrastra es como una casa de muñecas, la escalinata del Palacio aporta mucha majestuosidad y la estación de tren me parece que está creada con un realismo impresionante. Hay veces que el escenario parece mucho más grande de lo que es gracias al juego de perspectivas, ¡impresionante!

En resumen, disfruté muchísimo de este clásico principalmente porque ha dejado de serlo, porque encontré una historia con la que cualquier niña o adolescente de hoy en día podría conectar. Fue una noche ideal ;) .

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