Al salir de ver la obra de teatro ‘Crónico‘ el espíritu de Chavela Vargas se apoderó de mí y no he podido dejar de escuchar sus canciones, ni de tararear las. Un original homenaje a esta compositora, poeta, música y gran señora (y a sus canciones).
¿Quién dijo que el teatro era música para los oídos de los espectadores? En este caso para mí lo fue y escuché una música llena de sentimiento, con garra y con mucha fuerza (en vivo y en directo).
Crónico ha sido toda una grata sorpresa y aunque al principio no sabía muy bien que me iba a encontrar y el comienzo me desconcertó mucho, lentamente, me fui introduciendo en la trama y en la historia.
Esta obra es como un puro que tardas en fumarte, ya que lo quieres disfrutar, pero también es como un buen vaso de tequila que quieres saborear.
Gloria Albalate, Mariano Rochman y el músico Álex Tatnell son los encargados de esta terapia de choque tan especial y tan particular contra el desamor, para olvidar y para empezar a vivir. Porque tanto el teatro como la música son una cura para el alma y el espectador será testigo de ello.
Gloria, Mariano y Álex forman un elenco perfecto, aunque os confesaré que ha sido Gloria la que me ha dejado sin palabras en infinidad de ocasiones y me ha transmitido muchísimo con su actuación (se me pusieron los pelos de punta, en algunos momentos).
Mientras sigo escribiendo esta humilde opinión, Chavela Vargas me sigue poseyendo, pero me estoy quedado sin inspiración y sin ideas. Una original comedia agridulce con un texto muy vivo, muy pintoresco, muy divertido, pero muy auténtico, creo que este texto Chavela Vargas lo escribió de alguna forma.