Las miradas, desde ahí nos atrapan los personajes de Cuando caiga la nieve de Javier Vicedo Alós bajo la dirección de Julio Provencio. Sus palabras, sus historias, la poética de lo cotidiano se escapa a través de sus miradas, a veces tristes, a veces crispadas, anhelantes, desde las que se percibe el eco de la esperanza batallando con la resignación.
Cuatro personajes giran en torno a una urna funeraria. Las cenizas de un padre transforma la vida de familiares y extraños, ¡quién diría que los muertos pueden ejercer una influencia tan fuerte sobre los vivos! Cuatro historias independientes que acaban por confluir de la manera más inesperada, como suceden las cosas en la vida. Impecables José Luis Alcobendas, Fernando Delgado-Hierro, Fabián Augusto Gómez Bohórquez y Chupi Llorente. La tragicomedia por la que transitan sus personajes es tan suave, hasta en los momentos más violentos, y está tratada con una delicadeza tan reconciliadora, que acaba por transformarse en poesía. Cuando caiga la nieve raspa y duele, sí, pero a la vez es una mano cálida que nos sostiene, un soplido que calma el escozor de la herida.
Cuatro vidas que se habitan en círculos, que orbitan por el destino, migrando por instinto, y que, sin pretenderlo, se aproximan, se rozan y, en ocasiones, chocan. Un big-bang emocional que explota sordo, amortiguando la virulencia de la vida con el color blanco, no se sabe si de nieve o de cenizas, que transforma lo anterior y nos proyecta hacia nuevas trayectorias sobre las que seguir orbitando.
¡Un nuevo acierto de La Belloch!