Teatro contemporáneo en estado puro

Descendimiento

Descendimiento
27/04/2021

Cerró cartel el domingo pasado, en el Teatro Abadía. Pero con una sala llena, estupefacta, con la boca abierta. Cuesta encontrar apuestas contemporáneas tan jugadas, fuera de serie, en las que ni eres consciente de lo que estás viendo. Mientras el Niño de Elche alzaba la voz, [atención spoilers] un Cristo desciende del techo. La escena se dinamiza, no para ni se detiene en ningún momento, mientras va recreando aspectos de la obra de Van der Weyden, del mismo nombre que este trabajo. Con un elenco de actores quizás no tan conocido, el grupo encuentra su propio equilibrio para destapar un relato que se mueve entre la crítica religiosa, un exorcismo, “un sentido que no tiene nada que ver con la racionalidad, sino con ser: decirlo es hacerlo ser, eso es todo”, en palabras de la autora del texto, Ada Salas. La música y las luces toman tu cuerpo, lo catapultan a un estado de emociones elevado, casi como si la cúpula celestial se abriera ante un escenario colocado estratégicamente en el centro de la sala, con su público alrededor. Es el milagro de la reunión. Del teatro que es un arte. De ese argumento que se escapa de entre las manos para transformarnos en un ser humano ávido de experiencias en formato escena. Bravo.

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