‘Dolores y Esperanza’ nos ofrece una explosiva puesta en escena en la que la ternura de Sara Perogil y la fuerza de Laura Balo, combinadas con su estupendo trabajo corporal, se unen a la co-dirección de Beatriz Rivas adentrándonos en un viaje tragicómico por la vida de dos prostitutas, en el que, muchas veces, las palabras sobran. La propuesta aborda la rutina diaria de las protagonistas en el trabajo y la hermandad que las une de vuelta en el hogar, donde siempre recuerdan a las compañeras que perdieron en este arriesgado y estigmatizado oficio.
Dolores (Laura Balo) y Esperanza (Sara Perogil), nos abren las puertas de su casa y de su corazón con una valentía y una vulnerabilidad arrolladoras. Un espacio para reflexionar sobre la prostitución, sobre los peligros y los abusos que sufren estas trabajadoras y la opinión pública a la que se ven constantemente sometidas. Una oportunidad para comprenderlas, humanizarlas y acercarnos a ellas. Una petición de ayuda de quienes han perdido hasta su identidad. Pero, sobre todo, una expresión de los deseos más ocultos e inocentes de dos mujeres a las que siempre les quedaron sueños por cumplir.