Tuve la suerte de poder acudir al estreno de esta obra que no deja indiferente. La trama inicial es sencilla: seis amigas se van de despedida de soltera, pero al irse desarrollando la fiesta, la cosa se complica. El espectáculo navega fácilmente entre la comedia con toques ácidos y algunas verdades dolorosas. Los personajes están muy bien construidos, cada una de las seis amigas tiene un perfil muy diferente y la mezcla de todas te mantiene atrapada esperando a ver por dónde te va a salir cada una de ellas. Y es que esa es la esencia de este obra: sus personajes y la evolución que tienen en una sola noche. Porque como en la vida misma, una noche con amigas puede hacer que tus perspectivas giren 180 grados.
Pero sin duda, si algo hay que destacar de este espectáculo es la calidad de las actrices. Personalmente, no las había visto previamente, y me dejaron muy sorprendida. Estas seis mujeres han llegado a Madrid pisando fuerte. Si sus personajes evolucionan a lo largo de la trama es por un texto bien escrito, pero también porque ellas son capaces de hacerlos volar. Después se verlas en el Pequeño Teatro Gran Vía, puedo decir que merece la alegría dejarse caer por El Enjambre.