La obra ‘El nadador de aguas abiertas’ adaptación por parte de María Goiricelaya de la obra de Adam Martín Skilton y dirigida por Fernando Bernués, ha sido candidata de nada más y nada menos que 6 premios MAX de las artes escénicas.
Cuando uno se sienta en el patio de butacas del Teatro Pavón y mira al horizonte, se encuentra ante un escenario lleno de cubos transparentes llenos de agua de diferentes tonalidades de azul y de arena de playa que llegan hasta el techo y que junto con una proyección de imágenes y sonidos de olas sobre ellos, nos transportan a la playa y al mar -a veces enbravecido, a veces en calma-, dónde Nilo –Markos Marín– y Walrus –Fernando Bernués– se conocen y se hacen muy buenos amigos.
Nilo, en una crisis existencial cercana a los 50 después de una vida llena de altibajos, busca ayuda para salir de dónde está y aprender a nadar -algo que desde pequeño no se le había dado nada bien y que necesitaba superar para intentar cambiar el rumbo de su vida y que había decidido que podía ser un buen punto de partida-; y en esa búsqueda de superación de sus miedos y traumas conoce a Walrus, exnadador profesional que se siente ligado al mar de por vida por una tragedia familiar que guarda como secreto. Los dos se hacen amigos inseparables de alguna manera y Nilo, con mucho esfuerzo y tesón consigue aprender a nadar y superar las olas del mar y de la vida.
Al final la vida es como un mar lleno de olas que unas veces vienen suaves, otras no tan suaves y otras vienen fuertes y te derrumban. A veces te pillan fuerte y sales más o menos ileso, pero otras veces te vienen una detrás de otra y parece que nuestro fin es ahogarnos, pero hay que aprender a quedarse quieto ante una tempestad, no malgastar las energías, flotar y dejarse llevar hasta conseguir llegar hasta la orilla y respirar. Una brazada después de otra brazada, una brazada después de otra brazada…y nadar.
Una historia metafórica muy bonita de superación, de amistad y de autoayuda que te hace pararte a reflexionar tras salir del teatro y de la que poder sacar alguna que otra conclusión y enseñanza.