El pájaro azul hará que conectéis con vuestro «yo» infantil, con las ilusiones perdidas, con los recuerdos olvidados y con las cosas que vamos dejando por el camino, cuando crecemos.
La obra esta narrada como un cuento y es fácil de seguir, entender y unir poco a poco de las cosas que nos habla la historia.
También es cierto que desde que empieza hasta que acaba nos damos cuenta de que el autor de la obra no es de España y es extranjero, pero no por nada en particular, simplemente por la forma de narrar o la manera en la que describe algunos paisajes y algunos pasajes de la obra.
Es un espectáculo coral. Tenemos a siete actores, que menos los dos protagonistas tendrán varios papeles distintos a lo largo de la trama. Admiro a los actores y actrices que cambian de personaje sin despeinarse y sin hacer que el espectador pierda el hilo. Además dicha transición se hace de forma natural y no hay nada forzado. Los cambios de escenarios van unidos a nueva iluminación y vestuario, todo esto muy bien elegido a esta nueva narración.
En algunos pasajes de la obra, algunos actores no brillan de la misma manera que sus compañeros, como que se quedan un paso por detrás, pero al pasar a la siguiente escena, vuelven a estar a la misma altura que el resto del elenco.
El pájaro azul implica bastante trabajo de danza, de modulación y cambios de voz y otros trabajos artísticos que son muchas veces imperceptibles, pero que aportan a esta obra un toque de frescura.