Un montaje sanador y optimista

El silencio de Elvis

El silencio de Elvis
19/02/2019

El silencio de Elvis, es una pieza conmovedora que aborda las vicisitudes institucionales y sociales a las que se enfrenta una familia de clase obrera con un hijo de 33 años diagnosticado de esquizofrenia. Uno de las necesidades más inmediatas que reclama esta familia es una estructura sanitaria con atención personalizada. La dramaturga y directora, Sandra Ferrús, nos adentra en el mundo de las enfermedades de salud mental donde queda manifiesto el deterioro que producen en la relaciones personales. Dentro de la dureza de la enfermedad, Sandra nos relata esta historia dejando entrever el estigma social que provoca la misma pero sin renunciar a la carcajada y aportando luz y mucha esperanza. Para mí, el verdadero mérito recae en no pecar de un dramatismo excesivo. De tal manera que, la propuesta resulta tan honesta y limpia, que por momentos llegas a dudar de si lo que acontece tiene connotaciones autobiográficas.

En mi opinión, destacan las interpretaciones de Pepe Viyuela y Sandra Ferrús, que también asume un papel en la obra, combinando dosis de dramatismo y humor en perfecto equilibrio.

Considero que es una función de obligado visionado, especialmente, para las personas que vivimos ajenas a esta problemática social. Es necesario adquirir conocimiento sobre este tipo de situaciones para eliminar las barreras y los prejuicios a los que está sometida esta enfermedad.

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